lunes, 4 de enero de 2016

Reflexiones sobre un año que se fue

En este año que acaba de terminar me ha quedado perfectamente claro que llegando a una determinada edad no se pueden hacer planes, no sólo a largo plazo, sino también a medio. Rememorando al poeta latino Horacio tenemos que aplicar el "carpe diem". ¿A qué viene esto? Sencillamente estoy pensando en los tres amigos que nos han dejado para siempre:Vicente, Arcadio y Jesús. Es verdad que los dos primeros rebasaban ya los setenta y cinco años, pero aún no habían llegado a la media de edad de muerte para los varones en nuestro pais. En cuanto a Jesús todavía no había cumplido ni los sesenta y cinco años. El único consuelo que les quedará a sus afligidas esposas es que muertes no han ido acomopañadas de grandes sufrimientos. Cada vez estoy más convencido de que los proyectos que aparecen en la mente hay que materializarlos lo antes posible. Descansen todos ellos en paz y esperemos que el año que acabamos de iniciar no termine con nuevos óbitos, aunque no podemos perder de vista que la gente de mi generación estamos ya en la primera línea de salida hacia el destino que nos aguarda a todos los seres humanos.