Ya ha comenzado el año 2012. La cosa no pinta nada bien para este pais. El problema más importante, el paro, sigue agravándose. En el aspecto político el PSOE está un tanto desnortado. Todavía no se ha repuesto del K.A.O. del pasado 22 de noviembre.
La corrupción sigue aflorando. No solo afecta a los partidos políticos casi de forma generalizada sino que afecta también a otras instituciones, entre ellas a la propia Casa Real, cuyo yernísimo, Iñaki Urdangarín, se ha forrado en muy pocos años, haciéndose con una inmensa mansión en uno de los barrios más aristocráticos de Barcelona. Hasta se permite el lujo de sentirse agraviado, y, como siempre, intentar matar al mensajero. Pero como siempre no hay mal que por bien no venga. Este escándalo ha servido para que por primera vez hayamos conocido los sufridos contribuyentes un poco más sobre la distribución de los gastos de la Casa Real, la más opaca de todas las monarquías europeas; también ha servido para erosionar la institución monárquica, una institución, dicho sea de paso, totalmente anacrónica en los comienzos del siglo XXI.
En el aspecto cultural, lo más destacado ha sido la visita guiada que he girado hoy a una exposición sobre el patrimonio arqueológico industrial en España. Está compuesta por 100 ilustraciones referidas a cada una de las comunidades autónomas. Incluso hay fotografía referida a la ciudad de Melilla. Curiosamente no aparece nada referido a Ceuta. Hemos tenido la suerte de que las explicaciones han corrido a cargo de uno de los comisarios de la exposición. La visita la ha gestionado Javier, el profesor monitor del taller del Aula de los Mayores. También han asistido Elisa y Jesús.
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