Lo más destacado de esta semana que termina es un rápido viaje a Madrid con una finalidad eminentemente cultural. Solo hemos estado dos días, pero desde mi punto de vista han sido muy aprovechados.
Salimos de Sevilla el martes por la mañana en el AVE que sale de Santa Justa a las 7,45. A eso de la 10 ya estábamos en la estación de Atocha. Lo primero que hicimos los tres (Marisol, María José y yo) fue dirigirnos al Museo del Prado. Allí sacamos el pase para contemplar la exposición dedicada a obras de arrte procedentes del Museo del Hermitage. Nos dieron el pase para las 12. Como nos quedaba libre aproximadamente una hora, provistos cada cual de su correspondiente audioguía, dimos una vuelta por algunas salas de la exposición permanente, contemplando, entre otras obras, la copia de La Gioconda, recientemente restaurada. Después recorrimos las salas donde se exponen las obras del Hermitage, tardando casi dos horas. La mayor parte del contenido hace referencia a obras de pintura, pero también hay esculturas,piezas de orfebrería y hasta objetos de cerámica. En conjunto es una buena selección de la inmensa colección de arte que lograron reunir los zares de Rusia. El principal inconveniente que noté fue la gran afluencia de público que te impide disfrutar plenamente de la contemplación de las muestras artísticas.
Ese día lo completamos con la asistencia a un espectáculo dramático en un teatro del centro de Madrid: una comedia que va ya por la tercera temporada, titulada Toc-Toc.
Al día siguiente, pero ya solo, visité hasta cuatro exposiciones por la mañana. Empecé por la denominada "Da Vinci, el genio", en la sala de exposiciones de la Fundación Canal en la plaza de Castilla. Se trata de una muestra muy completa donde se ponen de manifiesto las diferentes facetas artísticas y científicas de ese monstruo del Renacimiento italiano: inventor, pintor, escultor, etc. En otra sala del mismo recinto contemplé otra exposición dedicada a pinturas de mujeres de Picasso. Cogí un autobús que me dejío en la plaza de Colón. Entré en la Biblioteca Nacional . Allí realicé un breve reccorrido por sendas exposiciones: una dedicada a conmemorar el 300 aniversario de la Fundación de dicha entidad; la otra, a diferentes textos relacionados con las Biblias sefarditas. Incluso por la tarde, antes de coger el AVE de vuelta a Sevilla, tuvimos tiempo de visitar dos pabellones del Retiro, el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez, convertidos en anexos del Centro de Arte Reina Sofía, donde se exponen obras de artistas contemporáneos.
Salimos de Sevilla el martes por la mañana en el AVE que sale de Santa Justa a las 7,45. A eso de la 10 ya estábamos en la estación de Atocha. Lo primero que hicimos los tres (Marisol, María José y yo) fue dirigirnos al Museo del Prado. Allí sacamos el pase para contemplar la exposición dedicada a obras de arrte procedentes del Museo del Hermitage. Nos dieron el pase para las 12. Como nos quedaba libre aproximadamente una hora, provistos cada cual de su correspondiente audioguía, dimos una vuelta por algunas salas de la exposición permanente, contemplando, entre otras obras, la copia de La Gioconda, recientemente restaurada. Después recorrimos las salas donde se exponen las obras del Hermitage, tardando casi dos horas. La mayor parte del contenido hace referencia a obras de pintura, pero también hay esculturas,piezas de orfebrería y hasta objetos de cerámica. En conjunto es una buena selección de la inmensa colección de arte que lograron reunir los zares de Rusia. El principal inconveniente que noté fue la gran afluencia de público que te impide disfrutar plenamente de la contemplación de las muestras artísticas.
Ese día lo completamos con la asistencia a un espectáculo dramático en un teatro del centro de Madrid: una comedia que va ya por la tercera temporada, titulada Toc-Toc.
Al día siguiente, pero ya solo, visité hasta cuatro exposiciones por la mañana. Empecé por la denominada "Da Vinci, el genio", en la sala de exposiciones de la Fundación Canal en la plaza de Castilla. Se trata de una muestra muy completa donde se ponen de manifiesto las diferentes facetas artísticas y científicas de ese monstruo del Renacimiento italiano: inventor, pintor, escultor, etc. En otra sala del mismo recinto contemplé otra exposición dedicada a pinturas de mujeres de Picasso. Cogí un autobús que me dejío en la plaza de Colón. Entré en la Biblioteca Nacional . Allí realicé un breve reccorrido por sendas exposiciones: una dedicada a conmemorar el 300 aniversario de la Fundación de dicha entidad; la otra, a diferentes textos relacionados con las Biblias sefarditas. Incluso por la tarde, antes de coger el AVE de vuelta a Sevilla, tuvimos tiempo de visitar dos pabellones del Retiro, el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez, convertidos en anexos del Centro de Arte Reina Sofía, donde se exponen obras de artistas contemporáneos.
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