lunes, 2 de abril de 2012

Visita relámpago a Cádiz

La pasada semana, entre el lunes y el miércoles giramos una rápida visita a la Tacita de plata. Queríamos conocer algunos de los eventos que se han organizado paera conmemorar el 200º aniversario de la proclamación de la denominada "La Pepa", es decir, la primera Constitución auténtica de la historia de España. Todos sabemos por qué se llama así: sencillamente porque fue proclamada el 19 de marzo de 1812 y precisamente ese día del calendario católico se dedica a San José. Aunque al texto constitucional quizás le hubiese venido mejor el apelativo "El Pepe", puesto que el mismo contenido de la Constitución discriminaba claramente a la mujer, ya que solo contemplaba el sufragio masculino, y por otro lado en el lugar donde se aprobó, el Oratorio de San Felipe Neri, las mujeres tenían prohibido el acceso.
El propósito fundamental de la visita era ejecutar el recorrido por el paseo nº 4 de los cuatro programados para conocer la ciudad. Dicho paseo está dedicado a visitar los lugares más emblemáticos relacionados con la promulgación de la Constitución. El paseo se inicia en el actual palacio que alberga la Diputación provincial, puesto que allí se efectuó la primera lectura pública del texto constitucional. El edificio0 está muy remodelado y además no nos dejaron pasar (solo se puede acceder cuando hay una exposición u otro acto público).
Después, en el centro de la Plaza de España, contemplamos el monumento a las Cortes, hecho con motivo de la celebración del primer centenario, con una gran carga alegórica. Muy cerca se encuentran dos edificios muy característicos del Cádiz diciochesco, la Casa de las Cinco Torres y la Casa de las Cuatro Torres, construcciones adaptadas a las relaciones comerciales con el Nuevo Mundo, pues no hay que perder de vista que Cádiz suplantó a Sevilla como el único puerto español para el comercio con las colonias americanas, trasladándose allí la Casa de Contratación de Indias en 1717.
Continuamios el paseo por la Plaza Argüelles, llamada así en honor del diputado de las Cortes de Cádiz en representación de Asturias don Agustín de Argüelles y Álvarez González, uno de los componentes del grupo liberal más activo, encargado de la redacción del Preámbulo de la Constitución. También batalló por la libertad de imprenta, la abolición del tormento y la abolición de la esclavitud, aunque esto último no lo consiguió. Precisamente esta plaza se ha rotulado con su nombre debido a que residió en ella, en el número 9, como nos recuerda una placa adosada a la fachada. En esta misma plaza fue asesinado el gobernador militar de Cádiz, Frncisco Solano Ortiz de Rozas, acusado falsamente de colaboracionismo con los sitiadores franceses. También éste tiene dedicada una calle en el casco antiguo de la ciudad y podemos contemplar un retrato suyo en el Museo de las Cortes de Cádiz.
Después llegamos hasta las murallas de San Carlos.Muy cerca se encuentra la calle Ahumada, en cuyo número 18 residió otro diputado representante de Ecuador, defensor de la libertad de imprenta y enemigo de la Inquisición, famoso por sus dotes oratorias y de nombre don José Mejía Lequerica. También podemos ver una placa conmemorativa.
Seguimos por la Alameda Apodaca. Aquí podemos contemplar varios monumentos dedicados a personajes importantes. Entre ellos se encuentra uno a la memoria de don Ramón Power Giralt, diputadio por Puerto Rico y vicepresidente de las Cortes. No podemos entrar en la iglesia del Carmen por encontrarse cerrada. En ella tuvo lugar un solemne "Te Deum" en acción de gracias por haber concluido el texto constitucional. Por cierto que según el testimonio de don Antonio Alcalá Galiano, otro activo diputado liberal, mientras se estaba celebrando el acto se desencadenó un fuerte temporal que llegó a derribar un robusto árbol cercano y que él interprerta jocosamente como un mal agüero de la nueva Constitución.
A continuación viene la calle Bendición de Dios, donde encontramos la casa del diputado Moreno Montenegro y también la iglesia del Beato Fray Diego de Cádiz, un clérigo fanático opuesto a la Ilustración, edificada sobre su propia vivienda. Así llegamos hasta la Plaza del Mentidero, que fue el lugar elegido para efectuar la segunda lectura de la Constitución el mismo día de su aprobación. Su nombre deriva de ser el lugar preferente donde se reunía el populacho para comentar la marcha del proceso constitucional, dando pábulo a todo tipo de rumores y noticias falsas. El hecho de que fuera un lugar muty concurrido por la gente estaría relacionado con sus condiciones de seguridad, al socaire de los sitiadores franceses.
Pasando por la calle Veedor, en cuyo número 3 tuvo su residencia el duque de Wellington, llegamos a la Plaza de San Antonio, también llamada en su tiempo Plaza de la Constitución. Aquí se efectuó la tercera lectura del texto constitucional. También fue llamada originariamente Plaza de la Jara, debido a que en sus inmediaciones (en el interior de la Casa Pemán) existía un pozo llamado de la Jara. que abastecía de agua a esta parte de la ciudad. Aparte de la Casa Pemán, otros puntos notables son la antigua sede del Casino Gaditano, un edificio de carácter neomudéjar (actualmente es un club privado y solo se puede contemplar el patio); la Casa Aramburu, sede de una antiguas entidad bancaria; el Café Apolo, célebre por sus tertulias donde sí participaban activamente las mujeres, y donde se discutía acerca del proceso constituyente, hasta el punto de que popularmente se le conocía como las Cortes Chicas; la casa donde se estableció por primera vez en España la Lotería Nacional, con una placa conmemorativa. En la que despuésv fue sede del Casino Gaditano tuvo su residencia otro diputado de las Cortes de Cádiz, don Tomás de Istúriz, adscrito a la masonería.
Así llegamos al edificio más significativo de la ruta, puesto que allí tuvieron lugar nada menos que 1478 sesiones de las Cortes y allí se aprobó finalmente la Constitución. Me estoy refiriendo obviamente al Oratorio de San Felipe Neri. Se eligió este edificio tanto por su carácter elíptico y por la ausencia de pilares y columnas en el centro. Su fachada está casi completamente recubierta de placas conmemorativas alusivas a los diputados participantes, que se colocaron con motivo del Primer Centenario. Ahora se le ha sometido a una rehabilitación costeada con fondos públicos y se ha desacralizado, Cuando pasen los fastos conmemorativos de este año revertirá otra vez a la Iglesia, que , como siempre, habrá hecho una negocuio redondo. De momento solo existe un tenue montaje audiovisual, explicativo de la estructura arquitectónica de la iglesia y de la iconografía del altar mayor. Al lado están ultimando un centro de interpretación de la Constitución que parece ser que estará listo opara mediados del mes de abril. Como ya lo conocíamosde antemano, giramos una rápida visita al Museo de las Cortes de Cádiz, que se encuentra aledaño. Lo más destacado es la maqueta de la ciudad de Cádiz, restaurada recientemente con el patrocinio de una caja de ahorros.
Aunque el paseo programado no termina aquí sino que sigue por la Torre Tavira, la calle Ancha, el convento de San Francisco y la calle de San Francisco, nosotros consideramos que hemos cubierto los hitos más importantes, dándolo ya por terminado.
Para completar la visión de la Cádiz de 1812 es muy conveniente efectuar dos visitas más. Una a la exposición titulada En clave de historia. El legado de Cádiz a la memoria histórica de España, sita en un espacio que sirve como anexo al Museo de Cádiz, en la misma Plaza de Mina, la Casa Pinillos. Se hace un recorrido histórico desde la prehistoria hasta actualidad. Otra a la exposición titulada El señor de Sipán y Huaca de la Luna, sita en la Casa de Iberoamérica (edificio de la antigua cárcel). Allí se exponen joyas y otros objetos de las las antiguas culturas preincaicas del actual Perú.
Ya al margen de la visita a Cádiz tengo que reseñar sendas exposiciones que he visitado en Sevilla. Una en el Archivo General de Indias con el título Una mirada al Nuevo Mundo, donde se exponen documentso importantes relacionados con el descubrimiento, la conquista y la colonización de los territorios americanos. Otra en el convento de Santa Clara. En este caso se trata de una colección de fotografías procedentes de la Hispanic Society, efectuadas en el siglo XIX y el principio del siglo XX, donde se refleja claramente el estado de postración de la sociedad española de la época.

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