domingo, 13 de enero de 2013

Más de lo mismo

 Parece que la crisis que nos agobia seguirá durante el año que acaba de iniciarse. Lleva camino de convertirse en una fractura estructural, lejos del carácter cíclico que caracterizan a las crisis ordinarias, entre otras cosas, porque la única medicina que por lo visto saben aplicar la inmensa mayoría de los gobiernos, y muy destacadamente el gobierno español, es la consabida austeridad. Podemos hablar de un auténtico "austericidio", que no soluciona nada, y que solo favorece a las ínfimas minorías privilegiadas. Yo creo que los políticos saben de sobra que esta actitud no nos sacará del atolladero, pero, en contra de lo que pregonan, sobre todo en períodos electorales, que trabajan por el bien público, está cada vez más claro que lo hacen para favorecer a esas minorías, y, de paso, claro está, a la propia casta política.
  No hay más que fijarse cuales son las principales preocupaciones de los españoles, puestas de manifiesto en las sucesivas encuestas, desde hace ya bastante tiempo. Las tres primeras son el paro, la situación económica y la clase política. Respecto al primer problema, el horizonte es muy oscuro, puesto que se prevee que la cifra de parados llegue hasta los seis millones en el transcurso del presente año. Con una política sistemática de recortes resulta prácticamente imposible aumentar el crecimuiento económico y el nivel de consumo,por lo que estamos sumergidos en una especie de círculo vicioso. ¿Qué decir del tema de la corrupción? Hace unos días se supo que se había llegado a una especie de trato extrajudicial en relación al caso Pallerols, donde se ha puesto de manifiesto claramente que existió una financiación irregular del partido Unió. Por supuesto, aunque el señor Durán i Lleida dijo en su momento que él asumiría la responsabilidad si el delito se llegase a confirmar, ahora, en un pais donde se eliminado el vocablo dimisión, no está dispuesto a dar el paso. Pero este es solo un caso más. Siguen vigentes otros muchos: los ERES en Andalucía, el Palma Arena en Mallorca, el Gürtel en Valencia y Madrid, el caso Baltar en Galicia, el caso Undangarín en Mallorca y Valencia, etc, etc. ¿Y el fichaje de Rato por parte de Teléfonica? No hace más que confirmar la teoría de las puestas giratorias, de la cual tenermos otros ejemplos paradigmáticos, como los nombramientos de Felipe González y José María Aznar como consejeros de Gas Natural-Fenosa y Endesa respectivamente.
  Y ya en el plano estrictamente político tendremos un caso en el candelero durante tiodo el año: el movimiuento soberanista en Cataluña, protagonizado por el señor Mas fundamentalmente para disimular su fracaso al frente de la Generalitat.
  Pero no hay cuidado. Los prebostes de la iglesia católica en España han proclamado este año como el Año de la Fe. Así nos dan una salida: confiar en el Altísimo para salir de sima en que estamos sumergidos.

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