domingo, 5 de marzo de 2017

La Fiesta de la historia


  Entre los días 20 y 26 del pasado mes de febrero tuvo lugar la denominada Fiesta de la Historia, organizada por tercer año consecutivo por la Asociación "Historia y Ciudadanía", con la colaboración de varias decenas de entidades docentes, políticas y culturales, y con la participación de centros educativos de enseñanza primaria y secundaria, casi todos asentados en la provincia de Sevilla, pero también algunos de otras provincias andaluzas.
   Se programaron multitud de actividades, pero yo sólo pude asistir  tres de ellas, una en la Casa de la Provincia, y las dos restantes en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Educación.
  El martes, 21 de febrero, asistí a una conferencia titulada "Historia de la Sevilla periférica", donde el especialista en Desarrollo Local Sostenible J. A. Jiménez Martín  se refirió a la evolución que experimentaron los barrios periféricos de la ciudad de Sevilla en el transcurso del siglo XX, muy especialmente en las décadas de los 50 y los 60, coincidiendo con un incremento demográfico muy notable de la ciudad. Habló sobre el importante papel desempeñado por los "corrales de vecinos" en determinadas zonas del casco antiguo, muy especialmente en Triana, en los que se hacinaban las familias obreras, con unos servicios comunes muy precarios. Hizo referencia al problema del chabolismo, que el régimen franquista fingió eliminar con gran alarde propagandístico, como se puso de manifiesto con la visión de unas fotografías donde aparecía el dictador y el entonces ministro de la vivienda, Sanchez Arjona, paseando entre los restos de las chabolas destruidas del Vacie. Por supuesto, que no lo consiguió, pues el problema había adquirido ya una gran dimensión, agravado por la ríada provocada por el desbordamiento del arroyo Tamarguillo. 
   Antes de reubicar a miles de personas en las nuevas barriadas, sobre todo en los denominados Polígonos Norte y Sur, surgieron unas zonas de viviendas prefabricadas, primero en el Polígono de San Pablo, y después en el Polígono Sur. Por último, surgieron numerosos barrios de bloques de pisos, cuya degradación,especialmente en las denominadas Tres Mil Viviendas, es claramente manifiesta.
  El jueves, 23 de febrero, asistí a una mesa redonda en la Facultad de Ciencias de la Educación acerca de la aportación de los movimientos sociales a la didáctica de las Ciencias Sociales. Este acto cultural estuvo organizado por el Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales y Sociales de la mencionada Facultad, que dirige precisamente mi excompañero del Instituto "Martínez Montañés" Francisco García Pérez. Aquí intervine en el debate final matizando que no todos los movimientos sociales tienen un carácter progresista per se , sino e algunos son claramente retrógrados, como se pone claramente de manifiesto en el caso concreto de la ciudad de Sevilla, con el levantamiento vecinal e aconteció en "Los Bermejales", ante la posibilidad de que allí se estabeciese una mezquita, cosa que está ocurriendo ahora en Sevilla Este.
  Organizado or el mismo Departamento, a las 20 horas del mismo día, y también en el salón de actos de la mencionada Facultad tuvo lugar una peculiar conferencia a dúo entre dos creadores de talleres literarios, cuyo título es muy expresivo: "La poesía en resistencia: Aproximaciones al conocimiento de la realidad social".También intervine en el coloquio aludiendo al cambio de papeles en el contenido de la historia, que tradicionalmente se ha dicho que siempre la escriben los vencedores, pero parece ser que eso está cambiando afortunadamente, como se ve en el caso concreto de la reciente Historia de nuestro país, aunque es posible que quizás algunos se excedan cayendo en un maniqueismo opuesto al de la larga etapa franquista.
  Por cierto, me causó una profunda pena que en los tres actos a los que asistí hubiese muy poco público. Por lo visto en esta ciudad soló moviliza a la gente el fútbol y las procesiones. ¡Una lástima!

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