lunes, 15 de octubre de 2012

Grecia: crisis, ciudadanía y democracia

El viernes pasado, día 12, en la entrada que publiqué me refería a mi participación en dos eventos culturales. Pues bien, por una jugarreta de la técnica, debida quizás a mi asumida impericia en el manejo de las nuevas tecnologías, cuando ya tenía redactada la mayor parte del contenido de la entrada, sin poder explicar las causas, una porción muy importante del mismo desapareció como por ensalmo. De aquí que hoy acometa una nueva entrada para analizar mi vivencia del ciclo de conferencias que tuvo lugar el jueves, día 11, también en la Casa de la Provincia.
   Dicho ciclo llevaba por título "Grecia: crisis, ciudadanía y democracia", acompañado por un subtítulo: "Una perspectiva histórica desde la Grecia actual".
  Aunque el que figuraba como Coordinador era Antonio Miguel Bernal, de hecho, tal como este mismo reconoció en el acto de la presentación, el verdadero artífice e impulsor de esta actividad era Pedro Olalla, escritor y helenista, buen conocedor de la situación actual de Grecia, debido a que reside desde hace varios años en la capital, Atenas. Bernal figuraba fundamentalmente como representante de la UIMP (Universidad Internacional Menéndez Pelayo), institución encargada de organizar el ciclo, dentro de los Cursos de otoño.
   Las sesiones comenzaron ya con retraso, pues la inauguración, que estaba prevista para las 9,30 se demoró cerca de media hora. Además, el aula asignada era demasiado pequeña, la Primera de la segunda planta, por lo cual en el acto de la inauguración y durante la primera conferencia no había suficiente espacio para los asistentes.
  La primera conferencia la impartió precisamente Pedro Olalla. Su título era ya bastante significativo: "La alerta griega: ¿acabará la crisis con el proyecto de la democracia?". Expuso una visión muy crítica de que está ocurriendo en Grecia, espejo en el que por cierto deberíamos mirarnos los españoles. Comenzó haciendo alusiones a la Grecia clásica, refiriéndose concretamente a Solón, que, entre otras reformas, eliminó la esclavitud por deudas, comparándolo con la situación actual, donde precisamente el incremento de la deuda está mermando de forma alarmante los derechos y libertades de los ciudadanos, llegando a caer en una especie de nueva esclavitud. Aludió a que Grecia, a pesar de ser un pais cuya independencia es muy reciente, ha tenido que afrontar ya varias crisis de Deuda a nivel estatal, siempre proviniente de factores exógenos. Se refirió también al enorme gasto en armamento y munición, cuyas importaciones proceden curiosamentte de aquellos paises que figuran como acreedores y obviamente no se olvidó del problema de la corrupción rampante en todos los niveles de la Administración. Por último, esbozó unas posibles salidas, entre las que incluyó el abandono del euro y negarse al pago de la Deuda externa.
 Después hubo un pequeño receso y a continuación intervino como ponente Juan Torres López, catedrático de Economía aplicada de la Universidad de Sevilla. Su conferencia se titulaba "La cruel agonía de la economía griega". Aunque me tuve que salir del aula hacia mediados de su intervención por encontrarme indispuesto, saqué dos cosas claras en concreto: el enorme peso de la Deuda griega, equivalente al 40% de su PIB, y la imposibilidad absoluta de que algún día pueda saldarla.
  Debido a mi indisposición no pude asistir a la conferencia que impartió Antonio Pérez Luño, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla, con el título "Grecia y la génesis del humanismo jurídico-político".
 Si asistí por la tarde, a las 17 horas, a la mesa redonda integrada por los tres ponentes y moderada por Antonio M. Bernal. Fui yo el primero que empezé a formular cuestiones, después de unas breves reflexiones. Concretamente le planteé a Pedro Olalla las razones de su preferencia por la democracia directa, la practicada en el Grecia clásica, y los problemas de su aplicación a los paises con una población importante, intentando conjugar las peticiones de los ciudadanos con los políticos incluidos en el modelo de democracia representativa. Me respondió que el modelo de democracia directa si se puede aplicar en la actualidad, refiriéndose concretamente a Suiza, pero no me aclaró como se conjugan los deseos de la gente con el actual modelo de democracia representativa. Intervino también Antonio Pérez Luño en el sentido de que la cibernética puede prestar aquí una importante papel. A Juan Torres le dirigí dos cuestiones, al hilo de dos noticias recientes: la rebaja de la calificación de la Deuda soberana de España a la categoría BBB-, y la aprobación por parte de 11 paises en la última reunión del Ecofín de aprobar una tasa para gravar a las transacciones financieras internacionales. Respecto a la primera noticia le planteo la posible conveniencia de crear una Agencia de calificación europea para acabar así con el monopolio de las tres agencias norteamericanas. Respuesta: se opone rotundamente a cualquier tipo de Agencia, puesto que opina que actuaría de una manera semejante a las actuales. Con respecto a la otra cuestión, le parece bien que se vayan dando algunos pasos, puesto que eso sería muy positivo para dar mayor transparencia a los movimientos de capitales a nivel internacional, si bien, debería llegarse a un acuerdo que englobara las principales potencias económicas mundiales.
 Vuelvo a intervenir más adelante, haciendo sendas reflexiones sobre el vocablo "sistema". Por un lado, expongo como se ha intentado desligitimar por parte del Gobierno y por determinados medios a los ciudadanos que han participado en las manifestaciones del 25S, tratándolos de grupos "antisistemas", como si el sistema actual fuera modélico y hubiera que preservarlo con todos los medios disponibles. Por otro lado, dirigida fundamentalmente a Juan Torres, le planteo la cuestión de por qué existe tanto temor a que quiebren las instituciones bancarias,sobre todo las denominadas sistémicas, cuando en una economía de mercado es perfectamente comprensible que las entidades menos competitivas desaparezcan en épocas de crisis. Aquí interviene el moderador para aclararme, pero en plan jocoso, como si me hubiese cogido en uun renuncio, que las cajas de ahorro carecen de accionistas que puedan apechugar con las pérdidas. Por su parte, Juan López se limita a decir que practicamente todas las entidades financieras están en quiebra técnica.
  Al final, pretendo hacer una pequeña rectificación a la intervención del catedrático Carrillo Salcedo, pero el moderador me lo impide rotundamente, alegando falta de tiempo, pues tiene que entregar los diplomas a los alumnos universitarios asistentes. Este individuo, al que yo conocí a comienzos de la década de los 70 del siglo pasado, pues ya estaba entonces en la Universidad de Sevilla, por mucho que lo disimule no acaba de desprenderse de la vena autoritaria (por no decir despótica) que yo le detecté en ese primer contacto superficial. Ni que decir tiene que el pretexto de la falta de tiempo no resultaba creible: baste con decir que después de terminada la entrega de los diplomas el señor Bernal estuvo departiendo tranquilamente durante una media hora con sus colegas en la plaza del Triunfo, delante de la puerta de la Casa de la Provincia.
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario