sábado, 20 de octubre de 2012

Siguen las conferencias sobre las corporaciones locales republicanas

El miércoles, 17 de octubre de 2012, asistí a la cuarta conferencia sobre el ciclo "Las Corporaciones locales de la República y la represión franquista en la provincia de Sevilla". La ponente en esta ocasión fue Carmen Fernández Albéndiz, profesora de Historia contemporánea de la Universidad de Sevilla. La conferencia se titulaba "Fernando Ortega Fernández, alcalde republicano de Guillena".
   Analiza la problemática económica, social y política por la que atraviesa el pueblo durante los años de la Segunda República, en cuyo contexto sobreviene el golpe de estado, seguido de una gran represión. El episodio más execrable de la misma es el asesinato de las llamadas 17 rosas de Guillena, vilmente masacradas en represalia por la huida de sus varones próximos.
  En honor de la verdad, debo reconocer que no saqué grandes conclusiones de esta conferencia. También pudo contribuir a ello que la propia conferenciante no se encontrase precisamente en plena forma, pues era evidente que estaba afectada por un fuerte constipado.
   Actuó como moderador Antonio Rodríguez Galindo. Aprovechando esta oportunidad, dada su condición anterior de alcaide del Alcázar de Sevilla y dirigente del Aula para la Recuperación de la Memoria histórica, y al hilo de una información que aparición en el diario ABC dos días antes, le pregunto acerca del destino de los libros editados por dicha Aula, cuya edición supuso un coste aproximado de 70.000 euros, que en número de 5000  "se apilan en una de sus dependencias sin que los responsables actuales del Real Alcázar sepan que hacer con ellos". Como yo me esperaba, el señor Rodríguez Galindo declina toda responsabilidad, descargando toda la culpa sobre los dirigentes actuales del Alcázar, que como no les interesa la propagación de los contenidos no se preocupan por darle salida a través de convenios con librerías y en la propia tienda de recuerdos del edificio. Se sale por la tengente explayándose en los contenidos de algunos libros concretos, especialmente en el titulado "Un rojo amanecer" de José Díaz Arriaza. Le replico en el sentido de que dichos libros, por la problemática que abordan, no son los más adecuados para vender en la tienda del Alcázar, ya que resulta muy raro que a un turista le interesen esos contenidos, y que incluso es dificultosa su venta a través de las librerías, pues yo los he visto expuestos en la librería Beta de la calle Sierpes, pero en un lugar casi inaccesible. La única manera de distribuirlos efectiva es donarlos a instituciones públicas como centros de enseñanza y asociaciones de vecinos para que su contenido no quede sin divulgarse.
  El jueves, 18 de octubre, asistí a la última conferencia del ciclo titulada "Represión contra las Corporaciones republicanas de Constantina: Alcaldes  José L. Vergillos y Eduardo Jiménez Bañagil", que corrió a cargo de José A.Alvarez Pizarro, profesor de Geografía e Historia jubilado. 
   En esta ocasión si está en la mesa presidencial Juan Ortiz Villalba, al cual no había visto en ninguna de las sesiones anteriores. Precisamente, como hoy llevaba el recorte del ABC alusivo a los libros apilados en el Alcázar, estuve hablando con él acerca del tema. Le pregunté por qué el alcaide cuando cesó no procuró sacar de allí esos libros. Respuesta: no podía hacerlo al ser propiedad del Real Alcázar.
  El desarrollo de la conferencia siguió el esquema de las anteriores. Un análisis de la situación sociopolítica del pueblo y referencias posteriores a los dos alcaldes mencionados. Si tomé nota de las cifras de la represión de uno y otro bando que expuso al principio. Las víctimas dentro de las derechas alcanzaron la cifra de 93, según la Causa General. Las de las izquierdas, ejecutados mayoritariamente después de la toma del pueblo por los sublevados, 790, según la contabilidad de las fosas excavadas. Por su parte, los ejecutados por sentencias fueron 43 y los muertos en prisión 34. Estos dos últimos datos proceden de las investigaciones de José María García Márquez.
   Al final de la intervención, en el apartado del debate, intervino Juan Ortiz para matizar una información del conferenciante. Este había manifestado que Constantina había sido el pueblo de la provincia de Sevilla con más víctimas de las derechas. Juan Ortiz le rectificó diciendo que ese triste record lo ostentaba Lora del Río con 103.
   Le pregunto al conferenciante como se explica que en un pueblo donde la represión después del golpe fue tan grande que sólo afectara a un solo componente de los gobiernos municipales republicanos, cuando mi pueblo, Alanís, mucho más pequeño y con un número de víctimas en las derechas casi insignificante fueron asesinados el alcalde y un concejal de la última Corporación municipal republicana. La respuesta vendría en el sentido de que la mayoría se pondría a salvo huyendo antes de la toma del pueblo por los sublevados.

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