Debo reconocer que la semana pasada fue pobre en eventos culturales, entre otras cosas porque el fin de la misma no estuve en Sevilla, pues el viernes por la mañana nos marchamos a Punta Umbría. Precisamente alli estuve inmerso en un asunto que ha salido en los medios de comunicación y que ha creado su correspondiente polémica. Me refiero al tema de los denominados "perros salvajes". Estando el viernes por la tarde buscando espárragos en los pinares del pueblo, aparecieron dos caballistas, un hombre y una mujer. Me preguntaron si había visto a algún perro y yo les dije que no. Entonces fue cuando me dijeron que estaban llevando a cabo una batida para eliminar a una serie de perros salvajes que ya habían atacado al ganado doméstico, e incluso llegaron a decirme que podrían atacar a las personas. Yo los contemplaba con una cara de incredulidad que me supongo que notarían y por supuesto seguí buscando espárragos. Después han intervenido en la polémica organizaciones ecologistas que critican la actitud adoptada por el Ayuntamiento de Punta Umbría al considerar la medida como demasiado drástica.
Sin embargo, el lunes si participé en una conferencia que tuvo lugar en el aula Diego Angulo de la Facultad de Geografía e Historia. Su título fue "Migración y derechos humanos: contexto y principales actores de la emigración en tránsito por México". La conferencia se inició a las 7 de la tarde y el ponente fue el doctor Javier Urbano Reyes, profesor de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
Apoyándose en una serie de videos puso de manifiesto tanto la grandeza de ciertos colectivos que ayudan a los emigrantes procedentes de Centroamérica, como es el caso de la ONG en la que participa el conferenciante como esas abnegadas mujeres de los estados sureños de México que ayudan con bolsas de comida a los emigrantes que no se apean de "La Bestia", el nombre que se le da a los trenes de mercancia donde se apelotonan; en contraposición, otros adoptan una actitud hostil contra los emigrantes, tal como ocurre con los grupos de traficantes, las "maras" e incluso las propias autoridades migratorias mexicanas, comenzando por la propia policia federal, que se pone de acuerdo con los maquinistas de los trenes para que los detengan en unos determinados lugares donde los desvalijan totalmente.
Salió a colación el grave cinismo e hipocrecía de los gobiernos mexicano y también norteramericano, que constantemente despotrican contra la emigración ilegal, pero que no tienen ningún empacho en utilizar esa mano de obra muy barata y totalmente desprovista de derechos laborales.
También se puso de manifiesto que Honduras es el pais centroamericano que más emigrantes sumunistra: un 80% aproximadamente del total del flujo migratorio que afecta a más de 30000 personas al año. La explicación estaría en que es el pais que está ahora peor en términos económicos, aparte de ser el pais más inseguro de toda América. Los nicaragüenses se inclinan fundamentalmente por Costa Rica y los guatemaltecos por México.
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