sábado, 13 de febrero de 2016

Impresiones sobre mi último viaje a Madrid (4)

  Lástima que tanto el Castillo de la Alameda como el parque del Capricho solo abran los sábados y los domingos, aunque mucho me temo que muchos vecinos de los barrios limítrofes aún no los conozcan.
  De todas maneras, en el caso del Castillo tiene un itinerario flanqueado por un total de nueve paneles explicativos  referentes a las diversas fases por las que ha pasado el monumento, que tras pasar por las manos de varias familias nobiliarias (los Mendoza, los Zapata y lios Fernán-Núñez), fue abandonado a finales del siglo XVII y expoliado posteriormente. Tanto es así que los materiales para la construcción del mencionado palacete del parque del Capricho se extrajeron de sus ruínas. Muy recientemente ha pasado a ser propiedad del ayuntamiento de Madrid, que ha procedido a una restauración parcial, aunque todavía falta bastante por hacer. Dentro del recinto se encuentra una casamata donde los republicanos establecieron un nido de ametralladoras como avanzadilla del búnker establecido en el parque del Capricho.
 Ese mismo sábado, pero hacia mediodía, me entrevisto en su casa con mi paisano Francisco Espínola.Para ello me tengo que desplazar hasta el barrio de la Concepción. Aunque ya había hablado por teléfono con él en varias ocasiones, no lo conocía personalmente. Estuvimos charlando alrededor de una hora y media y la conversación versó fundamentalmente sobre el tema de la memoria histórica, aplicada al caso concreto de nuestro pueblo, Alanís. No hay que perder de vista que él ha escrito un libro, "Mis recuerdos de Alanís", con referencias al contexto de la Guerra Civil.

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