lunes, 7 de mayo de 2012

Ya han pasado otras dos semanas

Aunque el tiempo no ha acompañado este año, me parece que he batido el record de asistencia al recinto de le feria, pues la he visitado hasta en cuatro ocasiones. Las visitas se sucedieron el lunes, el martes, el miércoles y el viernes. El lunes, como ya es tradicional, fuimos a presenciar la inauguración del alumbrado, después de tomar unas copas acompañadas de muchos aperitivos en el piso de Aurora y Manolo. En total estuvimos once amigos, participando este año también Marisol. El martes dimos una vuelta con los dos amigos mencionados y tomamos una copa en la caseta de ANPE. El miércoles es el día que stuvimos más tiempo, desde las 13,30 hasta la 18,30 aproximadamente. Este año nos reunimos en la caseta de Telefónica y no en la de Castilla-La Mancha, debido a que ni Jesús ni Elisa pudieron asistir porque sometían a una operación quirúrgica a Pepi, la hermana de Elisa. Por último, el sábado dimos la última vuelta acompañados por Marisol. Estuvimos sentados en la parte delantera de la caseta de Telefónica un buen rato. Después tomamos una copa en la caseta de Extremadura. Finalizamos tomando sendos chocolates con buñuelos en la plaza donde se concentran las buñuelerías gitanas. Los efectos de la crisis se han notado más que el año pasado, no viéndose las grandes aglomeraciones de años anteriores.
   En la semana siguiente procuro asistir a las actividades culturales que se programan. En este sentido, hay un ciclo titulado "Iglesia y Guerra Civil en Andalucía", coordinado por José-Leonardo Ruiz Sánchez, catedrático de Historia contemporánea de la Universidad de Sevilla y organizado por el Seminario de Historia de la Iglesia del Departamento de Historia Contemporánea y el Servicio de Asistencia religiosa de la Universidad deb Sevilla (SARUS). Esto ya fue una gran sorpresa para mi: que en pleno siglo XXI siga existiendo un organismo de este tipo en una Universidad pública me chocó mucho. ¡ Y algunos tienen la osadía de decir que la enseñanza en este pais es laica! Además, me enteré de que dicho Servicio se creó a finales de la década de los 80 del siglo pasado por un acuerdo entre el entonces rector, Javier Pérez Royo, y el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. 
    La primera conferencia, impartida como las demás en el aula Mata Carriazo de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla, contó con la participación de dos ponentes: Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, profesores titulares de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Se titulaba "Continuidad/discontinuidad de la violencia política durante la Segunda República y la Guerra Civil. La situación en Andalucía."  En ningún momento llegaron a profundizar sobre los factores que pudiesen exp0licar el anticlericalismo, como si la actuación de la jeraquía hubiese sido auténticamente cristiana, ni tampoco se molestaron en rastrear los antecedentes históricos deol fenómeno. Sobre esto versó fundamentalmente la cuestión que planteó en el coloquio mi amigo Enrique Ruiz. La respuesta que recibió fue, más o menos, que eso no tocaba.
  Ese día, el jueves 3, ya no pude asistir a las otras dos conferencias programadas, porque me dirigí al Centro Cívico "El Tejar del Mellizo" con la intención de asistir a una mesa redonda sobre la polémica Torre Pelli, donde participarían ponentes a favor de su construcción frente a otros que pretenden derribarla. Pero lo cierto que parece ser que los organizadores, a pesar de haber editado un cartel donde se especificaba que la actividad tendría lugar en el mencionado sitio, luego decidieron cambiarlo. Así que hice un viaje inútil. Menos mal que regresé lo más rápidamente que pude y logré participar en la mayor parte de una sesión en forma de mesa redonda organizada por ATTAC referente al discriminación de la mujer, que tuvo lugar en el salón de actos de la Casa de la Provincia.
     El viernes,4, asistí a tres conferencias. La primera la pronunció Santiago Martínez Sánchez, profesor de la Universidad de Navarra. Su título "Las pastorales del episcopado andaluz durante la Guerra". Se pone de manifiesto la aversión de los obispos ante la República, orientando el voto popular en las elecciones generales de febrero de 1936. Intervengo en el coloquuio cuestionando el concepto de Anti-España que ha puesto de manifiesto el ponente. También aludo al monopolio del patritismo que pretenden tener los obispos y a su manía, al igual que después lo haría Franco, contra la masonería y el comunismo. Me replica el catedrático coordinador de la actividad al comentar  que la Universidad que yo conocí tenía una estructura casi feudal y que me parecía que no había evolucionado mucho. Este señor me replica que estoy equivocado e incluso me invita a que visite su departamento para que vea como funciona.
  La segunaq conferencia, "Vicisitudes de un seminarista en la Guerra" corrió a cargo de Francisco José Escámez, Canónico archivero del Cabildo catedralicio de Almería". Empleó un tono despectivo y totalmente unilateral en su intervención. Se permitió el lujo de hacer comentarios jocosos, haciéndose el gracioso. Esto lo hizo porque muchos de los asistentes le rieron las gracias.Dijo cosas tan increibles como que la Iglesia católica española actual solo recibía del erario público la cantida recaudada en la Declaración del IRPF. Intervino en el coloquio Enrique, que llegó a acusarlo de manipulador, algo que por supuesto no le gustó.
   Por último intervino Concha Langa Nuño que pronuncvió la conferencia "Pastoral de reconquista en el Arzobispado de Sevilla durante la contienda". Para mí fue la más objetiva de todos, llegando a reconocer el inmenso esfuerzo que hizo ola República en el plano educativo. Hago algunas reflexiones al final, referidas al mito de "Sevilla la Roja" y respecto a los cambios acaecidos en el sepulcro de Queipo de Llano en las basílica de la Macarena.

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